El 24 de agosto de 2012, dos integrantes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y un elemento de la Secretaría de Marina (Semar) que viajaban en un vehículo diplomático fueron atacados a balazos por agentes de la Policía Federal (PF) en Tres Marías, Morelos. Los policías federales alegaron que estaban realizando un operativo anti asalto, pero las investigaciones revelaron que se trató de un ataque directo y premeditado.
Los agentes de la CIA y Semar resultaron lesionados y promovieron un amparo contra la reducción de la pena que se dictó a sus agresores, que fueron condenados a 34 y 16 años de prisión por el delito de tentativa de homicidio y daño en propiedad ajena. Las víctimas argumentaron que el tribunal no consideró la ventaja y la alevosía con que actuaron los policías federales, que dispararon sin advertencia ni identificación.
El caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que analiza revisar el fallo. El Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Décimo Octavo Circuito, que remitió el asunto al máximo tribunal, pidió que se acumule a otros amparos que los policías federales acusados han interpuesto, alegando que fueron presionados por sus superiores para falsear sus declaraciones.
La SCJN tendrá que resolver si hubo violaciones al debido proceso y a los derechos humanos de las víctimas, así como si se aplicaron correctamente los criterios jurídicos para determinar la pena y la responsabilidad de los imputados. El caso ha generado tensión diplomática entre México y Estados Unidos, ya que involucra a agentes de inteligencia de ambos países.
