El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a seguir combatiendo el tráfico de fentanilo durante su encuentro con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el 17 de noviembre. El fentanilo es una droga sintética que se usa como analgésico, pero que también se mezcla con otras sustancias como la heroína o la cocaína, lo que aumenta su potencial adictivo y letal. Según datos de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), el fentanilo fue responsable de más de 36 mil muertes por sobredosis en 2019.
Durante la reunión, que duró aproximadamente una hora, los mandatarios abordaron temas de interés común como la migración, el cambio climático, la pandemia de COVID-19 y la cooperación económica. Sin embargo, uno de los puntos más relevantes fue el de la seguridad, especialmente el relacionado con el tráfico de fentanilo, que ha generado una crisis sanitaria y social en ambos países. Según el comunicado conjunto emitido por las cancillerías de México y Estados Unidos, los presidentes “reconocieron la importancia de combatir el tráfico ilícito de armas, dinero y precursores químicos, así como de fentanilo y otras drogas sintéticas” y “acordaron fortalecer la cooperación bilateral en esta materia, respetando la soberanía y la legislación de cada país” .
El compromiso de AMLO con Biden contrasta con las declaraciones que hizo el pasado 4 de noviembre, cuando afirmó que el fentanilo no era un problema grave en México y que se trataba de una “campaña” de Estados Unidos para “culparnos de todo”. En esa ocasión, el presidente mexicano minimizó el impacto de esta droga en el territorio nacional y aseguró que su gobierno estaba haciendo lo necesario para evitar su producción y trasiego. Sin embargo, las autoridades estadounidenses han señalado que México es el principal proveedor de fentanilo y sus precursores químicos a Estados Unidos, y que los cárteles mexicanos han incrementado su participación en este negocio ilícito.
El encuentro entre AMLO y Biden se dio en un contexto de tensión entre ambos países, debido a las diferencias en materia de política energética, derechos humanos, combate a la corrupción y respeto a las instituciones. Sin embargo, los presidentes expresaron su voluntad de mantener una relación de respeto, diálogo y cooperación, y de trabajar juntos para enfrentar los desafíos comunes. Ambos mandatarios coincidieron en la importancia de fortalecer el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) como un instrumento para impulsar el desarrollo económico y social de la región.
