¿El pan de muerto es malo para la salud? Con la cercanía del Día de Muertos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha emitido una serie de recomendaciones sobre el consumo responsable del tradicional pan de muerto, uno de los elementos más esperados durante esta fecha.
Aunque es una parte esencial de la tradición, su alto contenido en azúcar y calorías puede representar un riesgo para la salud si no se consume con moderación.
El IMSS ha indicado que la cantidad segura para disfrutar del pan de muerto es la mitad de una pieza sin relleno por día. Este tipo de pan dulce suele contener aproximadamente 417 calorías por pieza completa, lo que representa una parte considerable de la ingesta calórica diaria recomendada para una persona promedio.
Para mantener el equilibrio, el IMSS recomienda acompañarlo con una taza de café sin azúcar, evitando consumirlo con chocolate caliente, que añadiría aún más calorías.
El pan de muerto típico de 100 gramos contiene 92 miligramos de potasio, 9.2 gramos de proteína, 53.28 gramos de carbohidratos, 17.76 gramos de grasas, 36 miligramos de colesterol y 329 miligramos de sodio.
Para quienes deseen disfrutar del pan de muerto de forma más saludable, el IMSS sugiere optar por versiones con menos azúcar o reemplazar el endulzante por ajonjolí, lo que reduce el impacto calórico.
Este tradicional pan, además de ser una delicia, tiene significados profundos dentro de la cultura mexicana. Su forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte, mientras que las cruces y huesos de azúcar simbolizan la conexión entre los vivos y los difuntos.
¿Qué pasa si se consume en exceso el pan de muerto?
El consumo frecuente y en grandes cantidades de pan de muerto, como de otros panes dulces, puede derivar en problemas de salud como el aumento de peso y niveles elevados de azúcar, debido a su alto contenido en carbohidratos refinados, grasas saturadas y escasa fibra.
