Cada 28 de abril, en todo el mundo se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una fecha que va mucho más allá de simples protocolos o cascos de protección.
Esta fecha es un muy necesario recordatorio de que cada empleo, sin importar el sector, debe garantizar condiciones seguras y dignas para quienes desempeñan su chamba todos los días.
La conmemoración del día se impulsó oficialmente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2003, aunque su origen también está vinculado a movimientos sindicales de América del Norte que, desde los años 80, rendían homenaje a los trabajadores que habían perdido la vida o sufrido lesiones en sus centros de trabajo.
¿Por qué el 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo?
El 28 de abril fue elegido porque en esa fecha se instauró en Canadá el Día de la Conmemoración de los Trabajadores Fallecidos y Heridos, una tradición que poco a poco fue ganando fuerza internacional hasta que la OIT lo reconoció globalmente.
Así, hoy se utiliza esta fecha no solo para recordar, sino también para promover una cultura de prevención que salve vidas.
¿En serio hay riesgos para los trabajadores?
Por supuesto que existen riesgos en cualquier área laboral. La seguridad y la salud en el trabajo abarca muchos aspectos que a veces pasan desapercibidos:
- Condiciones físicas del lugar (iluminación, ventilación, maquinaria segura).
- Factores psicosociales (estrés laboral, jornadas excesivas, acoso).
- Exposición a sustancias químicas o ambientes insalubres.
- Protección ante accidentes, enfermedades profesionales y riesgos biológicos (algo que quedó muy claro durante la pandemia de COVID-19).
Según datos de la OIT, cada año más de 2.7 millones de trabajadores mueren debido a accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.
Además, más de 374 millones de accidentes no mortales ocurren anualmente, afectando tanto la vida de las personas como la productividad de las empresas.
