Brasil atraviesa la peor sequía de su historia, con incendios descontrolados y mínimos históricos en los niveles de los principales ríos de la cuenca del Amazonas. Según las mediciones, el 59% del territorio brasileño está afectado por siniestros, devastando áreas protegidas como el Cerrado y generando un grave impacto ambiental.
São Paulo, Brazil is experiencing very unhealthy air quality. To view your air quality, download our free app. #SaoPaulo #Brazil #AirPollution https://t.co/E704rTYDHd pic.twitter.com/CPqQdRT8Dy
— IQAir (@IQAir) September 10, 2024
El humo provocado por los incendios afectó de manera significativa la calidad del aire en Sao Paulo, donde sus 21 millones de habitantes respiraron el pasado lunes el segundo aire más contaminado del mundo, solo por detrás de Lahore, Pakistán, de acuerdo con IQAir.
En lo que va del año, Brasil ha registrado casi 160 mil incendios, el mayor número desde 2010. La mayoría de estos siniestros son provocados para despejar terrenos agrícolas y pastizales, lo que agrava aún más la situación ambiental en el país. Pantanal, el mayor humedal del mundo, también ha vivido su segundo peor año en cuanto a incendios.
⚠️ Con la #Amazonía asolada por una sequía extrema, incendios forestales fuera de control produjeron una nube de humo sobre vastas áreas del bioma.
— WWF Latinoamérica (@WWF_LAC) September 2, 2024
“Ríos voladores” que transportan lluvias amazónicas por el continente se volvieron corrientes de humo.
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El impacto de la deforestación y la falta de control sobre estos incendios sigue poniendo en riesgo la biodiversidad del país y afectando la vida de millones de personas.