Por: Helena de Troya
La espera terminó ¡Por fin iniciaron las campañas de los candidatos a la gubernatura de Puebla! Parecía que habían sido muchos los días que los abanderados de los partidos políticos habían tenido para definir un equipo fuerte y planear las estrategias que llevarían a cabo durante 60 días para ganar la simpatía de la ciudadanía y, con ello, su voto.
Sin embargo, la expectativa generada en la “dulce” espera me ha llevado a sentirme un tanto decepcionada de este arranque, ya que parece que no todos los equipos aprovecharon el tiempo para hacer su trabajo o, al menos, no al nivel de lo que hay en juego.
Es por ello que, desde el día 1, es innegable que ya se abrió una brecha en las acciones emprendidas por cada uno de los dos aspirantes “más fuertes”: Alejandro Armenta y Lalo Rivera, y ha hecho que la balanza se incline más hacia un lado que otro.
Mientras vemos que Armenta ha arrancado motores rumbo a la ansiada meta, mostrando organización, unidad, músculo y estrategia, parece que Rivera se ha quedado dormido en sus laureles y lo que es peor, tras una pantalla y un escritorio.
Todo empezó el 31 de marzo, a las 00:01, cuando Alejandro Armenta y Pepe Chedraui mostraban unidad y músculo realizando un evento “real” en el Zócalo de Puebla, arropados por sus equipos de trabajo y simpatizantes; pero sobre todo enviando un mensaje contundente: Van juntos, se terminaron las divisiones y desencuentros que ha habido entre muchos de los alcaldes de la capital y el gobernador el turno.
Sin importar si son o no del mismo color, históricamente han existido notables diferencias entre los encargados del Palacio Municipal y Casa Aguayo. Uff… los ejemplos no faltan: Claudia Rivera VS Miguel Barbosa, Rafael Moreno Valle VS Lalo Rivera… por mencionar algunos.
Enviar este mensaje es poderosísimo porque la división del gobierno municipal capitalino y estatal siempre termina siendo un talón de Aquiles que genera falta de coordinación y trabajo conjunto, en detrimento de la propia sociedad capitalina y el avance del estado. Que Armenta y Chedraui hayan decidido empezar de la mano es un hito formidable.
Pero mientras esto pasaba en el zócalo ¿Dónde estaba Lalo Rivera? Aunque usted no lo crea andaba tras una pantalla y tras un escritorio, ya que su apuesta fue subir un video a las redes sociales. En él se le ve sentado tras un escritorio lleno de papeles y dando un mensaje carente de emoción y por demás largo para el medio que eligió.
Bien decía un conocido ideólogo priísta que en política forma es fondo, ya que la manera y el ánimo de arrancar son un poderoso mensaje para el electorado.
Sin embargo, ahí no termina este primer día, ya que siguió el evento masivo de cada uno de los abanderados y al cual acudieron las correspondientes candidatas presidenciales.
Lalo Rivera arrancó primero con un evento físico en la zona de Los Fuertes de la capital poblana, acompañado de la abanderada nacional Xóchitl Gálvez y al cual acudieron todos los candidatos de la coalición “Mejor rumbo para Puebla” y simpatizantes que a lo mucho llegaron a 5 mil personas. El mensaje central fue el esperado: el combate a la seguridad y el denostar al gobierno de la 4T.
En contraparte, Alejandro Armenta inició en su natal Izúcar de Matamoros, igual acompañado por la candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, y en donde fue respaldado por su estructura partidista y militantes que abarrotaron el lugar y llegaron a 25 mil personas. El mensaje fue de consolidación de la 4T en Puebla y México.
Aquí hay mucho que analizar entre líneas, más allá de sólo la diferencia de abismal de personas que acudieron a los eventos de cada uno de los abanderados. Al final con este evento se pone el dedo en la llaga de uno de los puntos débiles de Lalo Rivera, ya que mientras Armenta puede resaltar sus orígenes, su trayectoria en el estado y su amor por Puebla, deja evidenciado que Lalo Rivera no nació en la entidad y por tanto no cuenta con este arraigo.
Rivera sin duda tiene trayectoria política en Puebla y que no sea poblano no es un impedimento para que sea candidato ni para que gane la simpatía de la gente, pero lo que realmente demuestra es que el equipo de Armenta está a las vivas, es estratega, ha hecho su trabajo y ha analizado de manera profunda a su contrincante, estructurando una adecuada planeación estratégica que, de seguir de esta manera, continuará dando frutos.
Ya lo veremos en los próximos días, sin embargo, desde el primero ha quedado claro cuál será el sello de cada uno de los abanderados y de sus equipos en esta contienda. Ya lo decía el gran padre de la estrategia Sun Tzu: “La oportunidad de asegurarnos contra la derrota está en nuestras propias manos, pero la oportunidad de derrotar al enemigo la provee él mismo”.