Por: Helena de Troya
Casi todos saben que, de acuerdo a la mitología griega, Helena de Troya era considerada como la más bella de las mortales, pero también las malas lenguas la acusan de ser la causante de la Guerra de Troya; sin embargo, a muchos se les olvida que la perspectiva del narrador tiene un gran impacto en la subjetividad de la propia historia.
Es por ello que hoy que inicio mi participación como columnista en Acento 21, lo haré buscando siempre un foco amplio que permita al amable lector tomar la mejor decisión sobre las diferentes perspectivas que reinan en la Angelópolis, aunque no niego que es posible que mi pluma pueda desencadenar una que otra batalla… finalmente, las acusaciones fútiles sobre éstas ya versan en mi expediente.
Empezaré con un análisis de las “batallas” que estos días se libran en mi bella Puebla y que se enmarcan en un contexto político rumbo a los próximos comicios, que por su magnitud sin duda serán históricos para nuestra nación, pues tan sólo en la entidad se elegirá al próximo Gobernador, representantes en el Congreso de la Unión, a los 41 diputados locales y a los cabildos de 217 municipios.
Por ello, la lucha está más que encendida y los hechos nos dejan ver que en algunos bandos no importará mucho la civilidad política. Nadie se quiere quedar atrás y todos andan prestos haciendo su luchita, no importando que el lodo que le echan a la casa de enfrente se quede embarrado en ellos mismos.
Basta ver la hoguera que quieren hacer algunos de los liderazgos y aspirantes del llamado “Frente Amplio por México”, que conforman en Puebla el PRI, PAN, PRD y PSI, haciendo leña de la lamentable ejecución del candidato de Morena a la alcaldía de Acatzingo, Jaime González Pérez, este fin de semana. Han mostrado un escaso tacto humano -que tanto pregonan tener- al sacar mella política de un hecho tan indignante en el que se ha perdido una vida y otra, de una menor de edad, ha sido puesta en peligro.
Por ello, insisto: “la perspectiva del narrador tiene un gran impacto en la subjetividad de la propia historia”, pero lo que es un hecho es que, a nadie, absolutamente a nadie, le convienen esta clase de hechos.
Desafortunadamente, la desesperación política es mala consejera. Lo que no ven quienes lucran con el dolor es que con culpabilizar al bando de enfrente lo único que provocan es más y más desconfianza en la propia ciudadanía. Claro que no se trata de quedarse de brazos cruzados, por supuesto que la Fiscalía del Estado deberá hacer lo propio para investigar este lamentable hecho.
Lo enfatizó el propio Gobernador Sergio Salomón Céspedes al condenarlo y unirse al llamado de justicia para esclarecer el móvil y llevar ante la justicia a los responsables. Demanda a la que también se sumaron los virtuales candidatos a la gubernatura estatal, Eduardo Rivera y Alejandro Armenta Mier.
Hoy, la gran tarea debe ser abonar a incentivar la participación de las y los poblanos el próximo 2 de junio, no inhibirla enrareciendo el ambiente con posturas inquisidoras y polarización.
Pero bueno, ya que estamos iniciando la Semana Santa, esperemos el ambiente de serenidad y reflexión al que nos invita esta temporada haga posible que la inteligencia de los aspirantes y suspirantes se manifieste, porque como decían mis ancestros “una decisión inteligente se mide no solo por el resultado que produce, sino también por la prudencia con la que se toma”.