Hoy, 12 de septiembre, se celebra el Día de Scoubidou, una fecha que nos lleva de vuelta a los años 90, cuando las famosas pulseras de hilo plástico dominaron la moda en México. Estas pulseras, que muchos recordarán por sus colores vibrantes y diseños intrincados, fueron un símbolo de creatividad y amistad entre niños y adolescentes de la época.
El origen del Scoubidou
El Scoubidou, conocido en México como “hilos mágicos” o “hilos plásticos”, tiene su origen en Francia, donde este arte se popularizó a mediados del siglo XX. Sin embargo, fue durante los años 90 cuando estas pulseras se convirtieron en un fenómeno global, llegando con fuerza a las manos de los jóvenes mexicanos. El nombre “Scoubidou” proviene de una canción francesa, pero su popularidad se extendió mucho más allá del país europeo.
Cómo eran las pulseras Scoubidou
Las pulseras Scoubidou se caracterizaban por estar hechas de tiras de plástico flexible, llamadas “hilos plásticos”, que se entrelazaban en diferentes patrones para formar pulseras, llaveros y collares. La técnica básica consistía en tejer los hilos en forma de espiral o trenza, creando una variedad de formas y diseños únicos. Los patrones más populares eran el cuadrado, la espiral, el zigzag, y el clásico diseño de “serpiente”, que muchos recordarán con cariño.
Lo mejor de estas pulseras era que, con algo de paciencia y habilidad, cualquiera podía crear su propio diseño. Este detalle hacía que intercambiar pulseras con amigos se convirtiera en una forma de demostrar afecto y creatividad.
Un fenómeno cultural
En México, las pulseras Scoubidou no solo eran un accesorio de moda, sino también una actividad social. Durante los recreos o en las tardes con amigos, era común ver a los jóvenes sentados en grupo, concentrados en trenzar sus hilos y competir por quién creaba el diseño más elaborado. Estas pulseras eran un reflejo de la imaginación y una especie de “manualidad colectiva” que conectaba a chicos y chicas por igual.
El legado del Scoubidou
Aunque las pulseras Scoubidou ya no son tan comunes como en los años 90, su legado perdura como un símbolo nostálgico de una época más sencilla. De hecho, en la actualidad, muchos adultos recuerdan con cariño el tiempo que dedicaron a tejer estas pulseras, y algunos incluso han retomado la actividad como un pasatiempo relajante.
Hoy, en el Día de Scoubidou, es un buen momento para recordar y, por qué no, volver a crear esas pulseras que definieron una era.
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