Se registró un caso más de violencia vicaria en Puebla, a Lizbeth le quitaron a su hija su expareja y su abuela y ahora exige justicia para recuperarla.
En entrevista, reveló que desde el 5 de marzo no ha podido ver a su hija de tan solo tres meses de edad, pues Gabriel, el padre de la menor, y María Estela, la abuela de él, la sacaron de la casa en la que vivían.
Desde ese día, no ha podido levantar una denuncia ante la Fiscalía de Puebla, pues personal del ministerio público justificó que al tratarse del padre, también tiene derecho de estar con la menor.
Esta es la historia de Lizbeth, víctima de violencia vicaria en Puebla que el pasado 8 de Marzo marchó para exigir justicia por ella y su bebé.
Violencia vicaria en Puebla: por problemas en el embarazo, Lizbeth se mudó a casa de Gabriel
Lizbeth contó que debido a problemas de salud en el embarazo, Gabriel, quien en ese momento era su pareja, le pidió que se fuera a vivir con él.
Cuando tenía cinco meses de embarazo comenzaron a vivir juntos, pues ella tuvo un desprendimiento de placenta y necesitaba cuidados especiales.
En este domicilio vivían con la familia de Gabriel, conformada por su mamá, su hermano y su abuela, de nombre María Estela.
Durante el resto del embarazo, ella sufrió violencia psicológica por parte de Gabriel y María Estela e incluso descubrió que él salía con otras mujeres mientras ella estaba en su vivienda.
En noviembre, cuando nació su bebé, la situación siguió empeorando, pues la abuela impedía que Lizbeth se acercara a la menor.
Al salir del hospital y regresar al domicilio, le prohibieron lactar o cargarla y hacía comentarios respecto a su persona para impedir que tuviera contacto con su bebé.
Incluso, la obligaron a ir al hospital psiquiátrico y la empezaron a medicar presuntamente por tener algún trastorno psicológico.
El 5 de marzo separan a Lizbeth de su hija y desde entonces no tiene contexto con ella
El 5 de marzo, Lizbeth tomó la decisión de salirse de la casa de su expareja junto a su hija, sin embargo, le prohibieron ingresar al domicilio para verla y sacar sus cosas.
Horas antes, a ella la despidieron injustificadamente del trabajo, pues Lizbeth trabajaba para la familia de su expareja.
Además, ella no contaba con las llaves de la vivienda, lo que dificultó su ingreso al domicilio y desde ese día no ha sabido nada de su bebé.
Al día siguiente, acudió a la Fiscalía a interponer la denuncia, no obstante no han querido iniciar el proceso y le dijeron que él tiene derecho a tener a la menor por ser el padre.
Esto a pesar de que un día antes también fueron policías a la vivienda para ayudarla a recuperar s su bebé sin tener éxito.
Hoy, ella exige que se haga justicia para recuperar a su bebé, pues tiene miedo de que crezca en un ambiente hostil junto a su padre y su familia.
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