En pleno centro histórico de la Ciudad de México, un sicario abrió fuego contra tres personas, entre ellas la activista y exdiputada priista Diana Sánchez Barrios, quien es ampliamente conocida por su liderazgo entre los comerciantes de la capital.
El ataque ocurrió alrededor de las 2:30 de la tarde del jueves 17 de octubre en la calle de Motolinia, cuando un hombre con gorra y cubrebocas disparó por la espalda contra las víctimas.
Los testigos de la agresión se vieron sorprendidos al presenciar cómo las tres personas caían al piso mientras los transeúntes corrían para ponerse a salvo.
Diana Sánchez Barrios resultó gravemente herida y, junto con otro acompañante, fue trasladada a un hospital cercano, donde se mantiene internada.
Lamentablemente, una de las víctimas no sobrevivió al ataque y falleció horas después en el hospital.
El atentado ha generado gran conmoción debido a la figura pública de Sánchez Barrios y a la violencia que azota a la Ciudad de México.
Las primeras líneas de investigación señalan a la Unión Tepito como el grupo criminal responsable de este ataque, dada la influencia y presencia de esta organización en la zona.
Horas antes, ejecutan a abogada en la Roma
El mismo día, en un hecho separado pero igualmente violento, la abogada Oralia Pérez Garduño fue asesinada mientras conducía su automóvil en la colonia Roma.
El ataque ocurrió en la avenida Cuauhtémoc, sobre el Viaducto, cuando sus agresores, que se desplazaban en motocicleta, dispararon en repetidas ocasiones contra su vehículo.
Oralia Pérez Garduño había tenido una carrera destacada dentro del ámbito judicial, trabajando en la extinta Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, así como en la Fiscalía del Estado de México y el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
Estos dos atentados, ocurridos en menos de 24 horas, subrayan la escalada de violencia en la capital y la necesidad de reforzar la seguridad en sus calles.