No amigos. No esperen a que lleguen los encuestadores o los ciervos de la nación a sus hogares para hacer la encuesta de reconocimiento, la que elegirá a quienes irán a la encuesta buena para la Coordinación de la Defensa de la 4T en Puebla. En la que seguramente resultarán elegidos Alejandro Armenta, Norma Layón, Rodrigo Abdala y Claudia Rivera.
El levantamiento de la encuesta de reconocimiento inició el pasado lunes y concluirá entre jueves o viernes. Pero no es a domicilio, no es cara a cara, no se trata de un largo cuestionario para ver quiénes acompañarán a Julio Huerta, Nacho Mier, Olivia Salomón y Lizeth Sánchez en la encuesta definitiva.
Ya, a muchos conocidos, les han marcado. Les llaman de un número de la Ciudad de México para preguntarles si conocen a alguno de los 27 nombres que tienen en la lista. Digamos que es mero trámite, todos sabemos qué pasará con esa encuesta de reconocimiento.
Y de ahí será, entre sábado y domingo, cuando Morena nacional dé a conocer los nombres de los otros perfiles que acompañarán a los aspirantes a la Coordinación de la Defensa de la 4T, elegidos en el Consejo Estatal. Es mero trámite, lo bueno vendrá después.
Los aspirantes contarán con más de 20 días para hacer campaña, para posicionarse en todo el estado y ganar la encuesta buena, para elegir de entre todos ellos al coordinador o coordinadora y en lo sucesivo candidato o candidata de Morena a la gubernatura de Puebla.
Todos van por las mismas secciones electorales, todos van por los mismos municipios, todos van por la señora, el viejito, el trabajador. Imaginen cuántos promotores andarán en las calles. Los equipos se van a topar, van a chocar, se van a enfrentar.
Así como ocurrió el sábado en el Consejo Estatal, donde un muchacho, sin deberla ni temerla, del equipo de Julio Huerta resultó lesionado, le fracturaron la mano al aventarle una silla. Sí, Morena en Puebla está tan polarizado que eso puede ocurrir.
Los aspirantes que queden y que vayan a la encuesta, deberían de firmar un pacto de civilidad o comprometerse a comportarse de manera profesional, pulcra o que pongan reglas y que expulsen del proceso al que no se porte bien.
Pero mientras todo eso puede llegar a suceder, esta semana ya está corriendo la encuesta de reconocimiento. Hay un silencio incómodo, una tensa paz. Todos esperan impacientemente los nombres de quienes se sumarán a la encuesta buena.