El desierto del Sahara, conocido mundialmente por ser una de las regiones más secas y áridas del planeta, vivió una situación atípica: Intensas lluvias provocaron inundaciones significativas en este vasto desierto, algo que no se había registrado en casi 50 años.
Durante las últimas semanas, lluvias inusualmente fuertes azotaron la región, causando que el volumen de agua acumulada en apenas dos días superara el promedio anual de precipitaciones.
Este evento tan poco común ha causado que el lago seco Iriqui, que llevaba décadas sin agua, se llenara por primera vez en casi medio siglo, lo que ha sorprendido tanto a locales como a expertos en meteorología.
Según Hossein Ouabeb, un experto de la agencia meteorológica, este fenómeno ha sido calificado como una “tormenta extratropical”, un tipo de sistema meteorológico que trae consigo condiciones climáticas extremas fuera de los trópicos.
Ouabeb señaló que “han pasado entre 30 y 50 años desde que hemos visto lluvias tan intensas en tan corto tiempo”, lo que subraya la rareza de este suceso.
El desierto del Sahara, que cubre una vasta extensión de África del Norte, es famoso por sus temperaturas extremadamente altas durante el día y su clima seco, con un promedio de precipitaciones de menos de 25 mm anuales.
Este tipo de inundaciones resultan sorprendentes, dado que la región es usualmente resistente a grandes acumulaciones de agua.
Las consecuencias de este fenómeno aún están siendo evaluadas por las autoridades y expertos locales.
Mientras tanto, el evento ha despertado el interés de científicos que buscan entender cómo los cambios climáticos globales podrían estar afectando incluso las zonas más secas del planeta.