Solidaridad, Q. Roo.- Lilí Campos Miranda, quien buscaba la reelección en el municipio de Solidaridad, ahora se encuentra lamentando lo que ella describe como un “fraude electoral” tras perder frente a Estefanía Mercado, la candidata de Morena, PT y PVEM. Campos acusa un proceso “sucio y vergonzoso” con venta y compra masiva de votos, alegando que la secretaria de Gobierno, Cristina Torres, orquestó el fraude.
No obstante, muchos recuerdan que en 2021, Campos se benefició de un proceso electoral igualmente turbio. En esa ocasión, el gobierno estatal panista liderado por Carlos Joaquín González implementó un operativo masivo para asegurar la victoria de Campos y desplazar a Laura Beristain, quien buscaba la reelección por la coalición Juntos Hacemos Historia.
El 6 de junio de 2021, Laura Beristain denunció ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FISEL) un fraude electoral. Según Beristain, su domicilio fue allanado sin justificación por 25 elementos de la Policía estatal y la Fiscalía, en busca de material electoral. El operativo incluyó la detención de 30 personas vinculadas a su campaña, acusadas sin pruebas de llevar dinero para comprar votos. Entre los detenidos se encontraba Jorge Robles, entonces director de Seguridad Pública, quien fue acusado de manera falsa de obstaculizar el proceso electoral.
Beristain también presentó denuncias ante diversas autoridades, incluyendo la CNDH, la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Gobernación, señalando al presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado y al fiscal general como parte de los responsables de los abusos.
El Karma Electoral
Este año, Lilí Campos, sin reconocer su derrota en las urnas del 2 de junio, acusa de nuevo a las autoridades de fraude. La Fiscalía General del Estado detuvo a Emiliano Ramos y a otra persona por presuntamente operar una red de compra de votos a favor de Campos, ofreciendo hasta cuatro mil pesos por sufragio.
Curiosamente, Ramos había trabajado para Laura Beristain en 2021, lo que levanta sospechas sobre su lealtad y posibles vínculos con Campos desde entonces. Ramos, quien fue presidente de la Comisión de Hacienda en el Congreso de Quintana Roo, podría haber estado infiltrado en la campaña de Beristain, transmitiendo información a la Fiscalía para justificar la detención de los encargados de la logística electoral.
Una vez en el poder, Lilí Campos lanzó una campaña sistemática y despiadada contra la familia Beristain, presentando cargos fabricados y acosándola durante las sesiones de Cabildo. Sin embargo, la ley del karma parece haberle cobrado factura.
La Ley del Karma
La caída de Campos en las recientes elecciones refleja el principio de que “toda acción tiene una reacción”. Como ha dicho el presidente Andrés Manuel López Obrador, “no hay crimen perfecto y la verdad tarde o temprano sale a relucir”. Así, lo que Campos sembró en 2021 ahora regresa para poner en duda su integridad y su liderazgo.
La historia de Solidaridad demuestra que las injusticias del pasado pueden volver para ajusticiar a quienes las perpetraron, subrayando la importancia de procesos electorales justos y transparentes. Mientras Campos enfrenta las consecuencias de sus acciones, Estefanía Mercado se prepara para asumir el liderazgo del municipio, prometiendo un cambio basado en la integridad y el respeto a la voluntad popular.