– Piden los productores de los tres estados que integran dicho territorio a los tres órdenes de gobierno que se declare zona de emergencia.
Sequía, incendios, deforestación, establecimiento de agroindustrias y granjas porcícolas, así como uso de plaguicidas, son algunas de las principales causas que enfrenta la apicultura en Campeche, Yucatán y Quintana Roo, lo cual ha originado la muerte de miles de abejas en todo el territorio.
Apicultores de la Península de Yucatán exigen que este territorio de México sea declarado como zona de emergencia toda vez que, según afirman, las autoridades de los tres niveles de gobierno se muestran indiferentes ante esta problemática.
En reunión sostenida en esta ciudad, productores de miel de las tres entidades señalaron que llevan ya años en procesos jurídicos como amparos, demandas, juicios y otros trámites para denunciar a las empresas responsables de la muerte de abejas, sin que hasta ahora haya soluciones por lo que exigen que se implementen leyes de protección para los polinizadores.
Leydy Araceli Pech Marín, la ‘Guardiana de las abejas’ y premiada incluso con el Premio Medioambiental Goldman, describió que ya ha sido detectado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático que ocho de 60 plaguicidas que se usan en la zona de Hopelchén, Campeche no deberían usarse por su alto grado de toxicidad.
“Exigimos que se suspenda el uso de plaguicidas, exigimos que se pare la deforestación, el crecimiento de megaproyectos y que haya una protección de la apicultura”, sostuvo.
La activista catalogó la situación como grave porque hoy en día enfrentan una muerte masiva de abejas y uno de los motivos más grandes es el uso de plaguicidas en terrenos de monocultivos aledaños lo cual se suma a un año crítico de incendios.
En Hopelchén la situación es tal que en marzo de 2023 se detectó la pérdida de tres mil 650 colmenas y hasta la fecha nadie se ha hecho responsable de esos hechos. Años atrás a estas alturas del año ya llevarían cerca de siete cosechas y hasta ahora, por el panorama que se presenta, cuentan con una solamente.
Sobre esta situación, Fermín Xulub Cohuó, apicultor en Tizimín, Yucatán, describió que fue afectado con la muerte de 85 colonias de apiarios y en cada colonia tan solo una reina pone dos mil 500 huevos al día.
Al respecto, pide justicia junto con Marco Antonio Chan Ke, del oriente de Yucatán, quien denunció que por el establecimiento de granjas porcícolas en Kinchil han sido afectados 29 apiarios que estaban certificados por producir miel orgánica.
“Llegó la certificadora y vieron que la granja que produce más de 500 mil cerdos está a menos de 200 metros de la granja, entonces nos quitaron la certificación”, denunció.
Dicho sello les daba la oportunidad de vender la miel que producían a un precio más justo, pero ahora al no poder comprobar que la miel está libre de agrotóxicos ya no pueden contar con esta garantía.
Marco Antonio indicó que la situación no sólo afecta directamente a las abejas sino que igualmente el establecimiento de granjas porcícolas ha dañado la calidad de agua de los pozos a tal grado que a los niños que se bañan en ellos les salen ronchas en la piel.
“Tengo 54 años de ser apicultor y jamás había visto estos problemas y veo que se agravan desde hace ocho años”, declaró. La presencia de contaminación ha sido confirmada por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
