El Palacio de Kensington divulgó la primera imagen oficial de la princesa Catalina desde su intervención quirúrgica en enero, pero la foto fue retirada por Afp y otros servicios de prensa debido a evidentes indicios de manipulación.
La publicación de esta fotografía se produjo después de una prolongada e inusual ausencia mediática de la esposa del príncipe Guillermo, generando semanas de especulaciones sobre su salud.
Con la imagen de ayer, el palacio aparentemente buscaba poner fin a las dudas, especialmente después de que la prensa rosa estadounidense publicara imágenes suyas sin posar, provocando cierta confusión sobre su presencia en un evento en junio.
Sin embargo, varias agencias de prensa, incluida Afp, optaron por retirar la foto anoche al percatarse de que había sido notoriamente alterada.
Resulta que la imagen de Catalina con sus hijos proporcionada el Domingo por el Palacio de Kensington ha sido manipulada, afirmó Afp para justificar la decisión. Inicialmente, el palacio no respondió a las consultas de la agencia sobre la foto.
En la imagen compartida en las cuentas oficiales de la pareja en redes sociales, Catalina aparece sonriendo y rodeada de sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, sentada en una silla de jardín y vistiendo jeans, un suéter y una chaqueta oscura.
Según el palacio, la foto fue tomada por Guillermo en Windsor a principios de la semana pasada.
“Agradecemos sus deseos y su continuo apoyo durante los pasados dos meses. Les deseo a todos un feliz Día de la Madre, celebrado ayer en el Reino Unido”, indica el mensaje junto a la imagen, firmado con una C de Catalina.
La última aparición pública de la esposa del príncipe Guillermo, el heredero de la corona, se remonta a la misa navideña de la familia real en Sandringham, en el este de Inglaterra, hace dos meses y medio.
La comunicación sobre la operación y la recuperación de Catalina ha generado numerosas preguntas y críticas, difiriendo de los esfuerzos de transparencia que el Palacio de Buckingham defiende en torno al cáncer que padece el rey Carlos III.
Kensington anunció el 17 de enero que Catalina se sometió a una operación programada en el abdomen, sin precisar la causa, pero desmintiendo cualquier relación con un cáncer. Afirmaron que la princesa no retomaría sus actividades oficiales antes de Pascua. Doce días después, el palacio informó que Catalina había regresado a su hogar en Windsor.
Desde entonces, ha habido escasa comunicación, salvo una breve declaración a finales de febrero, en medio de rumores sobre su salud, para afirmar que estaba bien.
