El presidente venezolano Nicolás Maduro ha anunciado la ruptura de relaciones con WhatsApp, marcando un nuevo capítulo en la compleja relación entre el gobierno venezolano y las plataformas de comunicación internacionales.
Maduro justificó la medida argumentando que la aplicación de mensajería instantánea, propiedad de Meta, ha sido utilizada para difundir información que considera perjudicial para su gobierno y que promueve la desinformación.
El presidente acusó a WhatsApp de ser un instrumento para ataques cibernéticos y campañas de desestabilización, especialmente en el contexto de las recientes protestas y críticas hacia su administración.
La ruptura con WhatsApp también se enmarca en un contexto más amplio de confrontación entre el gobierno venezolano y varias plataformas de redes sociales, las cuales Maduro ha acusado en el pasado de colaborar en campañas de oposición y desinformación contra su régimen.
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En respuesta, Meta, la empresa matriz de WhatsApp, aún no ha emitido un comunicado oficial sobre la decisión de Maduro. La medida podría complicar la comunicación en un país donde muchas personas utilizan la aplicación para intercambiar información y mantenerse conectadas.
El impacto de esta decisión sobre la vida cotidiana en Venezuela y sobre la política internacional aún está por verse, pero el anuncio subraya las crecientes fricciones entre el gobierno venezolano y las grandes plataformas tecnológicas globales.
