La falla de San Andrés es uno de los sistemas tectónicos más temidos del mundo, y su relevancia se acentúa en California, una región propensa a terremotos.
Esta falla atraviesa el estado de norte a sur, extendiéndose a lo largo de 1.300 kilómetros. Su ubicación, en el límite entre las placas del Pacífico y América del Norte, genera constantes tensiones que podrían desencadenar un sismo devastador.
All volcanoes in California were at normal levels of activity last week. https://t.co/r5z5SQkH5l Ignimbrite or ash-flow tuff? Read about both names in this week's California Volcano Monitor: https://t.co/ZwYZd1CBrs pic.twitter.com/BzfCQc4jBZ
— USGS Volcanoes🌋 (@USGSVolcanoes) September 4, 2024
El “Big One” es el nombre que los sismólogos han dado a un terremoto de gran magnitud que podría impactar gravemente el sur de California. Los expertos advierten que este evento ya debió haber ocurrido, considerando que el último gran terremoto en la región data de hace más de 300 años.
En este sentido, la energía acumulada entre las placas tectónicas ha puesto en alerta a las autoridades, ya que un temblor de esta magnitud podría causar la destrucción de hasta 17 mil edificaciones, interrumpir servicios críticos y afectar un radio de 160 kilómetros, incluyendo zonas como Baja California.
Volcanic activity worldwide 6 Sep 2024: Fuego volcano, Karymsky, Semeru, Ibu, Svartsengi, Reventador…: https://t.co/UboGzkEMPD
— VolcanoDiscovery (@volcanodiscover) September 6, 2024
Este escenario ha sido alimentado por recientes terremotos en otras partes del mundo, como los devastadores sismos en Turquía y Siria, que han provocado nuevas preocupaciones entre los californianos.
Ante esta amenaza latente, las medidas de preparación y la constante vigilancia de las placas tectónicas son cruciales para mitigar los posibles efectos de un desastre inminente.