Es común que, tras una gran celebración, como las fiestas patrias, las familias disfruten del recalentado al día siguiente. Pero ¿por qué algunos platillos parecen tener un sabor más intenso tras reposar?.
El pozole, las chanclas, las salsas y las tostadas ahí siguen, pero ¿Será casualidad que “sepan mejor” o que “agarren más sabor” al día siguiente?.
La ciencia lo respalda, Chris Simons de la Universidad Estatal de Ohio, señala que el reposo de los alimentos permite que los sabores se mezclen y potencien.
Además, las reacciones químicas liberan moléculas atrapadas en las grasas, lo que intensifica el sabor, así lo explica el científico. En algunos alimentos cómo el almidón o las verduras, esto también sucede, por lo que el fuego ayuda a resaltar el sabor de los platillos.
Por ejemplo la cebolla, el brócoli y las papas, aumentan su sazón después de un tiempo, es por eso que todo aquel platillo que los incluya, reforzarán su delicioso sabor.
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— Periódico Acento 21 (@acento21mx) September 16, 2024
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También influye la percepción: el cerebro ya espera un sabor delicioso y lo amplifica. Así, el recalentado no solo es una tradición, sino una experiencia científica y sensorial.
Sin embargo, también de varios días esto en un factor negativo. En conjunto, estos factores explican por qué, con el tiempo, el antojo por los alimentos recalentados puede disminuir.