El sistema de salud en México ha experimentado diversas reformas en los últimos años, entre las que destacan la implementación del IMSS-Bienestar y las funciones tradicionales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Aunque ambos servicios están enfocados en brindar atención médica, existen diferencias significativas en sus estructuras y en la población a la que atienden.
IMSS-Bienestar
El IMSS-Bienestar, creado bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo principal atender a la población sin acceso a la seguridad social, es decir, aquellos ciudadanos que no cuentan con un empleo formal que les permita afiliarse al IMSS tradicional. Este programa se enfoca en comunidades rurales y en regiones con altos niveles de marginación, donde el acceso a servicios de salud es limitado.
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IMSS
En contraste, el IMSS tradicional está diseñado para atender a trabajadores afiliados, sus beneficiarios y pensionados que cuentan con seguridad social. Este sistema incluye una gama completa de servicios, que van desde la atención médica básica hasta especialidades, hospitales y clínicas especializadas. Además, el IMSS ofrece prestaciones como pensiones, incapacidades, y otros beneficios laborales.
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Una de las diferencias más notables es la cobertura de los servicios. Mientras que el IMSS-Bienestar se centra en la atención primaria y el fortalecimiento de la salud comunitaria, el IMSS tradicional cuenta con infraestructura y recursos más amplios para ofrecer atención especializada y de alta complejidad.
Otro aspecto a destacar es la financiación. El IMSS-Bienestar se financia principalmente con recursos federales y está destinado a personas que no contribuyen directamente al sistema mediante cuotas, mientras que el IMSS tradicional se financia a través de las aportaciones de los trabajadores y sus empleadores.
Con el crecimiento del IMSS-Bienestar, se espera que millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud formalizados puedan recibir la atención necesaria, aunque los desafíos en infraestructura y personal médico siguen siendo un reto.