Mario Marín, exgobernador de Puebla, llegó a su domicilio en Xilotzingo escoltado por elementos de la Guardia Nacional, tras haber sido liberado recientemente. Su regreso ha generado gran expectación y revuelo en la comunidad, dado su polémico historial y los procesos judiciales que enfrentó en los últimos años.
El exmandatario arribó a su residencia en una caravana de vehículos oficiales, custodiado por elementos de la Guardia Nacional. La medida de seguridad fue implementada en respuesta a la atención mediática y el interés público que ha suscitado su retorno. A su llegada, se observó un ambiente de tensión entre los residentes de la zona, quienes han seguido de cerca el caso de Marín desde su detención.
Mario Marín, quien gobernó Puebla de 2005 a 2011, fue vinculado a diversos escándalos, siendo el más notorio el caso de la periodista Lydia Cacho, por el cual fue aprehendido en 2019 bajo acusaciones de tortura y violación a los derechos humanos. Tras un proceso judicial que acaparó la atención nacional, Marín fue liberado, lo que generó diversas reacciones tanto a favor como en contra.
La llegada del exgobernador a su domicilio marca un nuevo capítulo en su vida pública, aunque las circunstancias de su liberación y el despliegue de seguridad que lo rodea siguen siendo tema de debate entre analistas políticos y la ciudadanía.
Por el momento, no se han emitido declaraciones oficiales por parte de Mario Marín ni de su equipo legal, y se desconoce si se realizarán conferencias de prensa o comunicados en los próximos días. Mientras tanto, la comunidad de Xilotzingo permanece atenta a los movimientos del exgobernador y las posibles implicaciones de su regreso.
Este acontecimiento subraya el impacto continuo que la figura de Mario Marín tiene en la política y sociedad poblana, manteniéndose como un tema de interés público y mediático en el estado.