Por Clemente Gómez Medina
Cada uno de los aspirantes a las candidaturas que están en juego para el próximo 2 de junio cuentan con diferentes credenciales que los legitiman -o no- para ser los abanderados de sus institutos políticos, sin embargo, hay uno que considero cuenta con este aval enraizado en su propia trayectoria personal.
Y es que cuando hablo de lo legítimo me refiero a algo que es válido, legal o aceptado dentro de un marco establecido.
Por ahí tendríamos que empezar cuando hablamos del candidato a la alcaldía de la capital del estado, Pepe Chedraui que sí cuenta con la legitimidad de ser un poblano de gran trayectoria humanista, causa que lo une con el movimiento de la Cuarta Transformación.
Precisamente, ha sido el propio presidente Andrés Manuel López Obrador quien, el 27 de noviembre de 2022, al rendir su cuarto informe, declaró que la llamada Cuarta Transformación encuentra su sustento en el llamado proyecto político e ideológico del “Humanismo Mexicano”.
Según el mandatario y máximo líder moral de Morena, el humanismo mexicano se nutre de la grandeza cultural de las personas y tiene sus fundamentos en la historia política de nuestro país y tres previas transformaciones: la independencia, la reforma y la revolución.
Es así que este humanismo llama a la acción pública a estar al servicio del ser humano, fundamentalmente de los más pobres, tal como ha repetido López Obrador en incontables ocasiones.
Asimismo, esta visión busca fomentar el progreso humano con justicia, con un modelo económico que permita una distribución equitativa del ingreso y de la riqueza. El crecimiento económico no puede darse sin justicia social y no puede haber sociedad sin equidad.
Si analizamos la trayectoria de Chedraui, precisamente cuenta con las credenciales para fortalecer este proyecto, ya que es un hombre que desde hace muchos años impulsa una fundación con la que ayuda a los más necesitados y que busca sacar adelante a más de 700 mil personas en pobreza urbana extrema que viven en la capital poblana.
Porque el mismo humanismo mexicano no es un solo modelo de acción, sino un conjunto poderoso en él se busca equilibrar las grandes desigualdades sociales y a la cual se requiere sumar grandes aliados, como lo ve Chedraui quien ha dicho que sumará a esta tarea a los empresarios poblanos.
Así lo ha entendido también el candidato a la gubernatura poblana, Alejandro Armenta, quien desde el día uno de campaña ha buscado hacer equipo con el abanderado municipal a favor de Puebla.
Es por ello que veo importante que los propios correligionarios de Morena y sus partidos aliados que ven en Pepe a alguien “ajeno” al movimiento, hagan un análisis más profundo de su trayectoria personal, empresarial y sobre todo altruista.
Hoy, sumar a las y los empresarios de Puebla a este movimiento, será una gran ventaja competitiva no sólo rumbo al 2 de junio, sino hacia la consolidación en el largo plazo de este llamado segundo piso de la Cuarta Transformación.
Ya veremos si logran jalar parejo o si las fobias de algunos hacen mella en esta gran oportunidad, porque como decía James Madison: “Dividir para reinar, una táctica tan vieja como el tiempo.