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El Fantasma de Trump que asusta a los mexicanos

México no está para titubeos. En los últimos seis años, hemos sido testigos de una transformación sin precedentes bajo el liderazgo de Morena. El país ha tomado un rumbo audaz, decidido a sacudirse los cimientos podridos de un sistema que siempre favoreció a los poderosos. Hoy, nos enfrentamos a una nueva batalla con el posible retorno de Donald Trump al escenario internacional. Para quienes aún dudan de nuestra capacidad de resistencia, permítanme recordarles una cosa: México ya ha sobrevivido a Trump y a sus embestidas.

Hablemos claro. Durante la presidencia de Donald Trump, muchos pensaron que México estaba condenado. “América Primero” resonaba como una sentencia de muerte para nuestro comercio, nuestras fábricas y nuestra economía. Pero, ¿Qué sucedió? México resistió. Resistimos cuando Trump amenazó con cerrar la frontera, cuando nos impuso aranceles, y cuando sus políticas xenófobas intentaron aplastar nuestra dignidad. Lo que nadie parecía entender es que México no se doblega tan fácil. Si algo hemos aprendido de la historia, es que las amenazas externas nos hacen más fuertes.

Y ahora, con la sombra de Trump rondando una vez más, algunos en el mundo empresarial tiemblan. Pero los inversionistas que realmente conocen a México saben que este país es resiliente. Que mientras Trump jugaba su mano, México renegociaba el TLCAN, asegurando el T-MEC, y seguía adelante, atrayendo inversiones de Asia y Europa. El México de hoy es un país que no solo se defiende, sino que también sabe cómo prosperar en las crisis, confíen en lo construido

Si hay algo que los inversionistas deben entender es que México no está al borde del abismo, como algunos quieren hacerlo ver. México está en plena metamorfosis. El gobierno de Morena ha dado pasos firmes para garantizar la estabilidad macroeconómica, pero con una diferencia clave: esta vez, el crecimiento no estará diseñado solo para beneficiar a unos cuantos.

Las inversiones en infraestructura, las nuevas políticas sociales, y la transformación del poder judicial son parte de un proyecto de país que apunta hacia el futuro, y un futuro en el que la justicia social y la prosperidad económica pueden coexistir. Proyectos como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la revitalización del sur del país son prueba de ello.

Tesla, BYD y otras gigantes de la industria automotriz ya ven a México como una pieza clave para la transición hacia un futuro sustentable. Y aunque algunos han pausado sus decisiones ante la incertidumbre global, no es por falta de confianza en México, sino por la política exterior estadounidense. Pero les digo algo: México no depende de un solo país, y si Trump regresa, nos adaptaremos, como lo hemos hecho antes.

La Hora de la Verdad

México no está para los tibios. Estamos en un punto de inflexión, donde el país se enfrenta a fuerzas internas y externas que intentan frenar su avance. Pero ya hemos pasado por esto antes, y siempre salimos más fuertes. Los que temen al cambio son los que siempre han lucrado con el status quo, pero para quienes estamos del lado del pueblo, esta es nuestra hora.

A los inversionistas: confíen en lo que se ha construido en estos seis años. México es un país de oportunidades, un país que no se doblega ante las amenazas ni se detiene ante los desafíos. Los grandes cambios que estamos presenciando no son señales de debilidad, sino de fortaleza. El pueblo mexicano, valiente y decidido, está listo para enfrentar lo que venga, porque ya hemos sobrevivido a Trump, a las crisis internas, y ahora, estamos construyendo un futuro que nadie podrá arrebatarnos.

La historia de México no es la de un país que cede; es la historia de un país que lucha y que siempre encuentra la manera de resurgir. Hoy, más que nunca, estamos en pie de guerra. Y al final, solo los valientes quedarán en pie.