La embajada israelí subrayó que al momento no se ha fijado una fecha para la audiencia de la petición de extradición
Andrés Roemer no regresará a México el 16 de octubre, como se había anunciado. La embajada de Israel en México aclaró que se trata de un proceso legal largo y complejo, y que no sabe cuánto podrá tardar.
Remarcó que no es posible estimar cuándo el Tribunal tomará una decisión definitiva sobre la extradición a México.
“El sospechoso fue trasladado a la fiscalía de Jerusalén, donde se extendió su detención hasta el 16 de octubre de 2023, fecha en la que tendrá lugar la extradición a México”, señalaron las autoridades israelíes en un comunicado dado a conocer por la agencia de noticias AFP.
Sin embargo, la embajada israelí subrayó que al momento no se ha fijado una fecha para la audiencia de la petición de extradición. Y se debe tomar en cuenta que las audiencias pueden durar varios meses.
El exdiplomático mexicano, acusado de delitos sexuales por varias mujeres, fue capturado el lunes en Israel. Y este país, pese no contar con un tratado de extradición con México, accedió a entregarlo para que responda ante la justicia.
La policía de Israel confirmó el arresto de Andrés Roemer, de 60 años, en la ciudad costera de Tel Aviv, siguiendo una orden de Interpol. “Se llevará a cabo un procedimiento de extradición a México”, informó la policía israelí en un comunicado.
Las acusaciones contra Roemer -que suman unas 60, según el colectivo feminista Periodistas Unidas Mexicanas (PUM)- comenzaron en febrero de 2021, cuando la bailarina Itzel Schnaas lo señaló de agresión sexual.
Andrés Roemer negó entonces “rotundamente” en Twitter, ahora X, la primera acusación, pero se apartó de las redes sociales a medida que aumentaban las denuncias en su contra.
De acuerdo con las acusaciones, el exfuncionario solía citarlas en su casa u oficina bajo pretexto laboral, y luego realizaba tocamientos inapropiados.
Conforme más denuncias salieron a la luz, se comprobó el modus operandi de Roemer: las citaba en un lugar, cancelaba y cambiaba el lugar a su casa. Ya estando ahí, halagaba a las víctimas, las tocaba y, finalmente, les ofrecía dinero. O las amenazaba, recurriendo a la influencia.