El estado de Nuevo León vive una situación de caos político, luego de que Samuel García, quien había solicitado licencia como gobernador para contender por la Presidencia de la República, anunciara su regreso al cargo y su renuncia a la candidatura.
García Sepúlveda, quien se registró como precandidato de Movimiento Ciudadano (MC) el pasado 23 de noviembre, informó en un video publicado en redes sociales que tomaba esta decisión para evitar que el estado cayera en manos del PRI y el PAN, quienes controlan el Congreso local.
El emecista acusó a estos partidos de pedirle la fiscalía, la Auditoría Superior del estado, mucho dinero en el siguiente presupuesto y sobre todo impunidad, a cambio de aprobar a Javier Navarro como encargado de gobierno.
Asimismo, aseguró que en apenas 10 días de precampaña y visitar sólo seis estados del país, se consolidó en el segundo lugar de las preferencias, por lo que “tembló el sistema; lo digo con todas sus letras: ‘la vieja política nos descarriló’”.
Antes de las 10 de la noche, García publicó en Facebook una fotografía con todos los miembros de su gabinete, mientras que el dirigente nacional de MC, Dante Delgado, le ofreció su respaldo y lo calificó como uno de los liderazgos más frescos y dignos del mundo.
Por su parte, el Congreso local dio a conocer que la licencia que concedió a García Sepúlveda por seis meses sigue vigente y que si éste quiere quedarse ilegalmente en el cargo, será bajo su responsabilidad constitucional y electoral. Cabe destacar que la licencia solicitada por el emecista debía entrar en vigor a partir de ayer.
Mientras tanto, Luis Enrique Orozco, designado mandatario interino por el Legislativo local, se reafirmó como tal y este sábado intentó llevar a cabo dos actos públicos, que no logró concretar.
A las 7 de la mañana de ayer, Orozco Suárez intentó comenzar su mandato con un pase de revista a los elementos de la Fuerza Civil en el Campo Policial 1, localizado en Escobedo, pero al llegar al lugar el comisario Gerardo Escamilla lo recibió en la puerta y le dijo que nadie le había notificado nada, por lo que se tuvo que retirar.
A las 9 horas acudió al Palacio de Gobierno, donde pretendía encabezar una reunión con el gabinete, a la cual convocó por medio del secretario general de gobierno, Javier Navarro; sin embargo, el inmueble estaba cerrado. Ahí sólo había reporteros a quienes comentó que no intentaría forzar el acceso. Explicó que en caso de que continúe cerrado el recinto buscaría alternativas jurídicas y materiales que le permitan hacer efectivo el ejercicio del poder. Tras esperar media hora en la calle, abordó su vehículo y se fue.
Por la noche se publicó un video de Orozco en una reunión con los alcaldes de Parás y Agualeguas.
El conflicto político en Nuevo León ha generado incertidumbre y preocupación entre la ciudadanía, que espera una solución pacífica y legal a esta crisis institucional.