El lunes por la noche en Sídney, un joven perpetró un ataque con cuchillo en la Iglesia asiria del Buen Pastor, hiriendo gravemente a un obispo, un sacerdote y dos feligreses. La policía australiana ha clasificado el incidente como un acto de terrorismo con motivación religiosa extremista, según declaraciones de la comisaria de Policía del estado de Nueva Gales del Sur, Karen Webb. El ataque, que tuvo lugar en un distrito ubicado a unos 30 kilómetros al suroeste del centro de Sídney, fue descrito como premeditado por Webb, quien también mencionó que el adolescente agresor de 16 años no estaba previamente en ninguna lista de vigilancia terrorista.
Mike Burgess, jefe de la agencia de inteligencia doméstica de Australia (ASIO), indicó que se investigará cualquier conexión posible del atacante con otros extremistas, aunque por el momento no hay indicios de tales vínculos. Este ataque se produce en un contexto donde Australia ha reducido la alerta terrorista de “probable” a “posible”. El incidente, además de ser transmitido en vivo durante una ceremonia religiosa, provocó disturbios locales, con enfrentamientos entre la comunidad y la policía, resultando en heridos y daños materiales significativos. El primer ministro Anthony Albanese reiteró que la violencia extremista no tiene lugar en Australia.