En un evento inusual y cargado de buen humor, el Papa Francisco se reunió con más de 100 comediantes de todo el mundo, entre los cuales destacaron las figuras mexicanas Florinda Meza y Chumel Torres. La reunión tuvo lugar en la Santa Sede, donde el Pontífice expresó su aprecio por el papel del humor y la comedia en la sociedad.
Florinda Meza, conocida por su icónico papel de “Doña Florinda” en la serie “El Chavo del 8”, y Chumel Torres, un comediante contemporáneo famoso por su programa “El Pulso de la República”, fueron parte de este selecto grupo de artistas que tuvieron la oportunidad de compartir un momento con el líder de la Iglesia Católica.
Durante la reunión, el Papa Francisco destacó la importancia del humor como una herramienta poderosa para la comunicación y la cohesión social. “El humor es un don que debemos cultivar y compartir. Nos ayuda a ver el mundo con una perspectiva más ligera y a enfrentar las dificultades con una sonrisa”, comentó el Papa.
El evento no solo fue un encuentro entre el Papa y los comediantes, sino también un espacio de reflexión sobre el papel de la comedia en tiempos de crisis. Se discutió cómo el humor puede ser un mecanismo de alivio y una forma de resistencia frente a las adversidades.
Florinda Meza expresó su gratitud por la oportunidad de participar en este encuentro, señalando que “el humor puede sanar y unir a las personas, y es un honor ser reconocida por ello”. Por su parte, Chumel Torres resaltó la relevancia de mantener un diálogo abierto con todas las figuras de la sociedad, incluyendo líderes religiosos.
El encuentro finalizó con una bendición especial del Papa Francisco para todos los presentes, reconociendo el valor de su trabajo y alentándolos a continuar llevando alegría y reflexión al público.
Esta reunión destaca la apertura del Papa Francisco a dialogar con diversos sectores de la sociedad y su reconocimiento del humor como un elemento esencial de la vida humana. Sin duda, una jornada memorable para todos los comediantes participantes y una muestra de cómo la comedia y la fe pueden converger en el camino hacia una convivencia más armoniosa.