La secretaria de Igualdad del Gobierno de Puebla, Melva Navarro, exigió al Club Puebla implementar protocolos adecuados para prevenir la violencia de género, especialmente en el contexto del caso de acoso que sufrió la exjugadora del equipo femenil, Lucía Yáñez.
La situación se tornó crítica cuando Yáñez se vio obligada a presentar su renuncia debido a la falta de apoyo de la institución ante el acoso que enfrentaba.
Durante una rueda de prensa celebrada junto al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina, Navarro lamentó que estos incidentes continúen ocurriendo en el ámbito deportivo.
“En cuanto a la institución en que Lucía laboraba, en este caso el Club Puebla, deseamos hacer un exhorto a la verificación de sus protocolos de prevención y atención de acoso, así como de la violencia de género”, declaró la secretaria.
Resaltó que este tipo de conductas obstaculizan a las mujeres en su desarrollo profesional y personal, impidiendo que cumplan sus sueños.
Navarro también mencionó que la dependencia estatal ofrece capacitaciones gratuitas para que empresas y organizaciones implementen protocolos efectivos de prevención de la violencia de género.
Asimismo, recordó que hay un número de atención disponible para mujeres víctimas de violencia, con servicio las 24 horas, todos los días de la semana.
El caso de Lucía Yáñez: ¿Qué ocurrió?
El 3 de octubre se reveló que Lucía Yáñez había dejado el Club Puebla debido al acoso constante que sufría.
Un día después, ella misma compartió en redes sociales que la institución no le brindó el apoyo necesario cuando le informó sobre los comentarios hostigadores que estaba recibiendo.
El Club optó por bloquear los comentarios de los perfiles más críticos en lugar de acompañar a Yáñez para presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado.
La situación escaló al punto en que el acoso se extendió hasta su hogar, donde incluso se reportaron ataques con piedras, y fuera del Estadio Cuauhtémoc, donde se distribuyeron volantes en su contra.
Los señalamientos que enfrentó Yáñez estaban basados en acusaciones infundadas, incluyendo rumores de que solicitaba dinero a su nombre a cambio de encuentros sexuales.
Sin embargo, en respuesta a la controversia, el Club Puebla emitió un comunicado afirmando que había apoyado a la jugadora y que la acompañaron a presentar la denuncia correspondiente.
Este caso ha resaltado la urgente necesidad de que las instituciones deportivas establezcan y fortalezcan sus protocolos contra la violencia de género, asegurando un ambiente seguro y respetuoso para todas las mujeres involucradas en el deporte.